Los procesos de incorporación de clientes han afrontado una revolución en las últimas décadas al pasar de engorrosos sistemas manuales o poco digitalizados a herramientas automatizadas que por medio del cruce de información y la inteligencia artificial permiten resolver el dilema de la verificación de identidad en segundos, generando eficiencias operativas y financieras.
La automatización, que representó un mercado global de unos US$214.000 millones en 2021, está generando una disrupción en todas las industrias y específicamente en la financiera ha dado una sacudida a los procesos tradicionales de incorporación de clientes, al punto de que las inversiones de las entidades cada vez más apuntan a este tipo de tecnologías.
La adopción de la automatización es cada vez una necesidad más notoria entre las organizaciones, que compiten para generar procesos mucho más ágiles en momentos en los que un paso adicional o un formulario complejo puede alejar en cuestión de minutos, o incluso segundos, a los nuevos clientes.
Conquistar a un nuevo cliente puede ser una tarea no solo más complicada, sino también hasta cinco veces más costosa que retenerlo. No por nada un 44% de las organizaciones hoy enfoca su estrategia en adquirir más que en retener, aunque este también sea un punto esencial, según cifras de la firma de consultoría Invesp.
Ya una vez se genera un balance positivo en el flujo de nuevos clientes, la tasa de retención se vuelve clave y se calcula que incrementarla en un 5% podría aumentar las ganancias entre un 25% y un 95% en promedio, para lo cual es importante mantener un nivel experiencia de primer nivel con un enfoco en la seguridad y la trazabilidad de los servicios.
Empresas pioneras en la automatización de estos servicios avanzan en el desarrollo de sistemas biométricos y de análisis de documentos con inteligencia artificial, asegurándose rápidamente de que informaciones proporcionadas como la dirección del domicilio, un recibido de utilidades o el estado de una cuenta bancaria son válidas.
Estas empresas, tal como lo hace Preventor, adoptan firmas digitales electrónicas para los contratos financieros o comerciales, especialmente para la apertura de cuentas o ventas de servicios, con el fin de reducir las verificaciones manuales y los procesos de back-office.
Asimismo, con el complemento de la inteligencia artificial son capaces de realizar pruebas de edad y de género a la hora de realizar los registros simplemente con una selfie, contrastando estas informaciones con otros documentos.
Entre otras soluciones, hoy las empresas están demandando cada vez más sistemas de autentificación de doble factor de los dispositivos, así como de geolocalización para minimizar fraudes. Sumado a lo anterior, las tendencias apuntan a la automatización de procesos de AML y KYC al tiempo del onboarding con templates dinámicos, lo cual reduce los procesos tediosos y costosos de compliance y agiliza e incrementa las ventas, de acuerdo a Preventor.
Pero el éxito de esto se garantiza con un monitoreo automático de la información del cliente y KYC, generando alertas para la actualización y así cumplir con los compromisos normativos de manera continúa, y sobre todo, eficiente.
Preventor, firma especializada en prevención de fraudes, ve que la verificación de la identidad digital ha pasado a ser parte del proceso natural de la incorporación de clientes. No obstante, esta
no basta ante los retos y requerimientos actuales de las entidades financieras, por lo que la automatización juega ese papel determinante.
Sobre este punto, un análisis de James Morgan, de PwC en Reino Unido, señala que “el éxito futuro de la banca depende del valor que la industria atribuya a las relaciones con sus clientes y esto comienza con la incorporación de clientes”.
En este proceso las fintech están retando a la banca tradicional y parte de su clave se debe a la incorporación de estas herramientas pioneras basadas en la automatización, que han dejado de ser una tecnología emergente para ser parte esencial del core de los negocios.
La firma alemana Statista proyectaba que el segmento de automatización de procesos iba a convertirse en un mercado de unos US$83.000 millones el año pasado, siendo eje de muchas industrias globales.
Y esto, dado que “al acelerar los procesos y minimizar el error humano, el advenimiento de la automatización y los dispositivos conectados permiten que las industrias innoven y crezcan en tamaño con bastante rapidez”, según indicó.
Incorporar clientes con automatización nunca antes fue tan vital como en 2022 ante campañas maliciosas para el robo de información y ataques cibernéticos más sofisticados, de los cuales las herramientas tecnológicas aprenden cada día para blindarse.
La automatización ofrece hoy flexibilidad para incorporar flujos dinámicos, permitiendo realizar
verificaciones y procesos de acuerdo al sector y necesidad de cada empresa, según lo destacada Preventor. Es así que su adopción no solo contribuye a prevenir fraudes, sino que gracias a este blindaje, otrora considerado un gasto para las organizaciones, se genera un aumento en las ventas, si se tiene en cuenta que el mercado de clientes se amplía a otros territorios. Con las licencias necesarias, destaca Preventor, también se pueden ampliar internacionalmente sin impedimentos tecnológicos o de altos costos de presencia física.
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